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El sector inmobiliario colombiano no está exento de los efectos de la migración venezolana, los cuales se sienten tanto en el arrendamiento, como en la compra y venta de inmuebles.

Un informe que acaba de divulgar Fedelonjas, el gremio que reúne a las empresas del sector inmobiliario en el país, asegura que la llegada masiva de venezolanos prácticamente tiene agotado el inventario de vivienda en arriendo, en los estratos 1, 2 y 3.

La mayor demanda por vivienda en estos estratos de población provocó un aumento en el costo de los cánones mensuales de arrendamiento. También está generando muy buenas oportunidades para quienes han comprado vivienda con destino a la inversión en este segmento de la población.}

El fenómeno también cambia la tendencia que traía el sector inmobiliario en los últimos años, que luego de la caída internacional de los precios del petróleo en 2014, había entrado en una etapa de desaceleración que se sintió incluso durante buena parte de 2018. De acuerdo con cifras del Dane, en el último trimestre, con corte a febrero, las actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler reportaron una ocupación de 1’745.000 personas, es decir, que respondieron a esa fecha por 7,85% del total de la población ocupada en el país. 

En materia de perspectivas, María Clara Luque, presidenta de Fedelonjas, es optimista y asegura que dos tendencias resultan positivas para el sector: por un lado la migración venezolana y por el otro, el aumento de hogares unipersonales.Sobre el primer tema, explica que “el próximo semestre plantea varios retos interesantes para la economía nacional y, por supuesto, para la dinámica de la finca raíz. Estamos a la expectativa de la recuperación de las ventas luego del periodo electoral y, adicionalmente, la migración desde Venezuela está generando unos movimientos en la demanda y la oferta de inmuebles en los diferentes estratos”.

Pero esta dinámica también tiene sus bemoles. Como se trata de una alta demanda de viviendas frente a una oferta que se ha mantenido estable, el efecto inmediato se siente en el incremento de los precios. La fuerte demanda de arriendos en estratos 1, 2 y 3 está empujando el costo de los cánones mensuales de manera acelerada. 

Debido a esta situación, muchas familias colombianas que pagaban arriendos en estratos 1 y 2 decidieron cambiarse al estrato 3 para mejorar su ubicación y el tamaño de los inmuebles, porque prácticamente les está costando lo mismo, dice Fedelonjas.

Pero se está dando un fenómeno adicional: muchos colombianos están pasando de arrendar a comprar, pues el aumento en los arriendos ha llevado a muchas familias a optar por la compra de vivienda en vez de seguir pagando alquiler.

Muchos colombianos solos

Pero la masiva llegada de venezolanos no es el único fenómeno que está transformando el sector inmobiliario del país. También el aumento de hogares unipersonales es una tendencia que llegó para quedarse, y ya se siente incluso en el Censo Nacional de Población 2018, que reportó que la participación de estos hogares ya es de 16%.
De acuerdo con el informe del gremio, en este tipo de hogares es notoria la tendencia de optar por invertir en vivienda usada, que les ofrece mejor ubicación y calidad de vida.

Para la presidenta de Fedelonjas, “esta es una tendencia que se está presentando en todo el territorio nacional y que está generando saltos entre estratos tanto en arriendos como en venta de vivienda. Por eso, la recomendación para las familias es no sobreendeudarse ni presionar su capacidad de pago, sino que es preferible que inicien con un bien pequeño e ir mejorando en la medida que su capacidad económica lo permita”.